jueves, 8 de abril de 2010



El triunfo de Baco es una pintura del español Velázquez, conservada en el Museo del Prado desde 1819. Es conocida popularmente como Los borrachos.
El cuadro se realiza después de su llegada a
Madrid procedente de Sevilla, estaríamos entre los años 16261628 poco antes de su primer viaje a Italia. En la capital Velázquezpuede contemplar la colección de pintura italiana del rey y se muestra impresionado por los cuadros de desnudo que tiene la colección así como por el tratamiento del temamitológico.
La obra fue pintada para
Felipe IV.

miércoles, 7 de abril de 2010

La fragua de Vulcano

Óleo sobre lienzo, 223 x 290 cm, pintado hacia 1630 por Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.
Apolo, coronado de laurel y rodeado por un halo luminoso, irrumpe en la fragua donde trabaja Vulcano para anunciarle el adulterio de su esposa Venus con Marte, dios de la guerra. Conocedor de la verdad, Apolo, dios de las artes, representa la superioridad de éstas sobre la artesanía.
Velázquez se inspira en un grabado de Antonio Tempesta, modificándolo ampliamente y centra la acción narrativa en los gestos y expresiones, mediante un estilo clasicista barroco, sin huella de tenebrismo. Destaca el interés por el desnudo, deudor del conocimiento directo de la estatuaria grecorromana y la influencia de la corriente clasicista, en concreto de Guido Reni
Esta obra la realizó en Roma (Italia) sin mediación de encargo durante l primer viaje que hizo a Italia a instancias del pintor Pedro Pablo Rubens que había visitado España aquel mismo año de 1629. Velázquez realiza dos grandes lienzos en la casa del embajador español. Son dos lienzos que constituyen pareja y que se trae con su equipaje de regreso a España: La túnica de José y La fragua de Vulcano.
El asunto elegido para este lienzo es una escena sacada de la mitología, interpretada por Velázquez en una versión estrictamente humana, con personajes contemporáneos. Apolo se ve envuelto en un manto que deja al descubierto su torso desnudo. Vulcano, en este caso, es simplemente un herrero, al igual que los cíclopes que le ayudan, que son hombres del pueblo que conocen el oficio. Vulcano le contempla con ojos atónitos después de haber escuchado la mala noticia sobre el adulterio de su esposa con el dios Marte a quien le estaba forjando en esos momentos una armadura. La caverna donde el dios herrero forja las armas de los demás dioses es en el cuadro una herrería de tantas como Velázquez pudo ver en España o en Roma. Con la maestría que le caracteriza, pinta además una serie de variados artefactos propios de una fragua.
En esta pintura Velázquez inició sus ensayos de perspectiva aérea con la figura que hay al fondo y que contrasta con la otra figura que está de espaldas en primer término. El fuego de la fragua proporciona luz y sombras mientras que el halo de Apolo hace que entre claridad por la izquierda

Las hilanderas


La fábula de Aracné o El sueño de Aracné, popularmente conocido como Las hilanderas es un lienzo de Diego Velázquez, conservado en el Museo del Prado. Esta obra es de los máximos exponentes de la pintura barroca española y está considerada como unos de los grandes ejemplos de la maestría de Velázquez. Temáticamente es una de sus obras más enigmáticas, pues aún no se conoce el verdadero propósito de esta obra.Color del texto

Conocida popularmente desde el siglo XIX como Las Meninas, el cuadro fue titulado originalmente como La familia de Felipe IV y es, probablemente, la obra más importante del pintor español Diego Velázquez. Es una pintura realizada al óleo sobre un lienzo de grandes dimensiones, con las figuras representadas a tamaño natural. Aunque no tiene firma ni fecha, por fuentes indirectas se data en 1656. Se halla expuesta en el Museo del Prado de Madrid.
Es una de las obras pictóricas más analizadas y comentadas en el mundo del arte. El tema central es la infanta
Margarita de Austria, aunque la pintura representa también otros personajes, incluido el propio Velázquez. El artista resolvió con gran habilidad todos los problemas de composición del espacio, la perspectiva y la luz, gracias al dominio que tenía del color y a la gran facilidad para caracterizar a los personajes.[1Un espejo representado al fondo de la pintura refleja las imágenes del rey Felipe IV de España y su esposa Mariana de Austria, según unos historiadores, entrando a la sesión de pintura, y según otros, posando para ser retratados por Velázquez; en este caso serían la infanta Margarita y sus acompañantes los que venían de visita para ver la pintura de los reyes.

martes, 6 de abril de 2010

hola


Bienvenidos a mi blog.

En el trataré sobre los cuadros de Velázquez, pintor que me apasina por la luz de sus cuadros. Su biografíaDiego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, 6 de junio de 1599Madrid, 6 de agosto de 1660) conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y figura indiscutible de la pintura universal.
Pasó sus primeros años en Sevilla donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación
tenebrista por influencia de Caravaggio y sus seguidores. Se trasladó a Madrid y a los 24 años fue nombrado pintor del rey, y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores del rey. A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo a partir de entonces consistía en pintar retratos del rey, de su familia, así como otros cuadros para decorar las mansiones reales. Su estilo evolucionó hacia una pintura de gran luminosidad con pinceladas rápidas y sueltas. En esta evolución tuvo mucho que ver el estudio de la colección real de pintura y su primer viaje a Italia donde estudió tanto la pintura antigua como la contemporánea. En su madurez, a partir de 1631, pintó grandes obras como La rendición de Breda. En su última década su estilo se volvió más esquemático y abocetado alcanzando un dominio extraordinario de la luz. Este periodo se inauguró con el retrato del papa Inocencio X, pintado en su segundo viaje a Italia y a él pertenecen sus dos últimas obras maestras: Las Meninas y Las Hilanderas.
Su catálogo consta de 120-125 obras. El reconocimiento como pintor universal se produjo tardíamente, hacia 1850. Alcanzó su máxima fama entre 1880 y 1920, coincidiendo con los pintores impresionistas franceses para los que fue un referente.
Manet se sintió maravillado con su pintura y lo calificó como «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido